miércoles, 13 de febrero de 2008

Amores de Pelicula


Pase de ser la niña que odiaba las peliculas y escenas mamonas y ni se inmutaba por el reencuentro del amor de un aleman y una rusa que fueron separados por la segunda guerra mundial, a ser la niña que no puede resistir llorar frente a pantalla si Mr.Big no se acerca a saludar Carrie. Supongo que la mayoría de las mujeres me entenderán, porque es irresistible no meterse en la pantalla y sufrir a la par o más que aquél desdichado personaje - aunque no tengamos ni perro por quien llorar - al que se le rompe el corazón poco a poco después de haber tenido los minutos más felices de su puta existencia - ya que suelen no durar más de 2hrs estás películas y alcanzamos a conocer poco de la existencia de estos personajes -.

No importa si nunca tuvimos novio, se murío, o nos dejo por otra más tonta y wapa, él simple hecho de que Holly tenga su amor o supere este cruel sufrimiento pareciera darnos una esperanza, nose de que, porque claramente nunca tuvimos al hombre perfecto que tuvo ella; ese que es entretenido, simple, gracioso, que le soporta todo sin importar cuan estupido pueda ser el problema, que al final del día siempre termina abrazandola con sus grandes y confortables brazos desapareciendo cualquier diferencia, al que conoció en la calle, un bar o se lo presentó su mejor amigo y el que por muy feo que sea termina siendo el clon mejorado de Johnny Deep - entre otras tantas cosas maravillosas que uno nunca suele encontrar, al menos no juntas -. Ese hombre que no importa cuantas mujeres en el mundo lo vean y que tan distintas seamos, TODAS terminamos amandolo sin poder dejar de pensar: " porque no se cruza un Gerry en mi vida ", como si fuera a tocar la puerta de tu casa o a pedir tu número de teléfono a la salida del cine.

Nose uds, pero siempre que veo estás peliculas me pregunto si en verdad tendré alguna vez un amor como el de las peliculas, talvez no tenga tantas aventuras, pero ¿esto existe? o ¿es demasiado iluso tener la esperanza de que llegue?


sábado, 2 de febrero de 2008